Este encuentro de psicología fue muy agradable, puesto que iniciamos con las exposiciones del libro –muy interesante- de Alfred Adler titulado “La educación de los niños”, el primer grupo nos habló de la introducción, de una vista global de la psicología individual.
Se dice que el problema de la educación radica desde el punto de vista personal, del autoconocimiento y autodirección personal. La psicología individual se ha ocupado especialmente en la psicología infantil, de la personalidad y estudia su esfuerzo dinámico por alcanzar su desarrollo y expresión.
El niño desde su mas temprana edad, se encuentra comprometido en un constante esfuerzo para desarrollarse y este esfuerzo va dirigido a una meta que si bien ha sido formada inconscientemente, no le abandona nunca se trata de una visión de grandeza, perfección y superioridad. La unidad de la personalidad se encuentra implícita en la existencia de todos los seres humanos y junto con ella la modalidad individual.
La psicología individual ha desarrollado su técnica pedagógica basándose en el principio del sentimiento social, ni los padres ni los guardianes deben permitir que el niño elija afectuosamente solo a una persona, pues si esto ocurre se encontrara preparado mal o insuficientemente para su vida interior.Como está basada en el principio del sentimiento social, encontramos a su vez un trastorno: EL TRASTORNO ASOCIAL O ANTISOCIAL que es considerado como una entidad psicopatológica englobada dentro del grupo B de los trastornos de la personalidad. En los inicios de los estudios de este trastorno Pritchard empleó el término «locura moral» para individuos con una conducta inmoral repetida del que no eran completamente responsables (Pritchard 1835).La definición establecida por Hervey Cleckley en 1941 de «psicópata» fue la más influyente en la descripción de la personalidad antisocial, pero actualmente las definiciones consisten tanto en un trastorno de conducta cuyo patrón se estableció en la infancia (por ejemplo, detenciones, hacer novillos, y robos) como en un grupo de conductas socialmente nocivas que se daban en la edad adulta (básicamente conductuales).
Así, aprendiendo hoy sobre este trastorno, vamos conociendo los interesantes aportes de Alfred Adler por medio de su libro y de la socialización de nuestras compañeras.
En el encuentro pedagógico de la clase de hoy dimos inicio a las exposiciones del libro de Alfred Adler con el primer capítulo titulado “la educación de los niños” se retoma la importancia que tiene la psicología individual que se ha ocupado especialmente en la psicología infantil, de la personalidad y estudia su esfuerzo dinámico por alcanzar su desarrollo y expresión.
Por tanto es importante dar a claridad que en todos y cada uno de los niños representan además de una unidad de personalidad una modalidad individual de la misma, lo que les permite desarrollarse y expresar sus emociones y sentimientos de una manera abierta, aunque no en todos los casos, debido a que el contexto del niño tenga altibajos que no le permitan el desarrollo próximo y pleno en su personalidad. Y como lo dice Alfred Adler cada quien es el artista de su personalidad, dibuja y crea todo aquello que quiere formar en sí mismo, para hacerlo realidad y así sentirse realizado como persona.
Por otra parte, es relevante mencionar que la psicología individual ha desarrollado una técnica pedagógica constituida en el principio del sentimiento social, ni los padres deben permitir que el niño elija afectuosamente solo a una persona, debido a que el niño se puede mostrar mal preparado o insuficientemente para su vida personal, por eso es necesario permitirle al niño que cree lazos afectivos según sus gustos e intereses, tanto en actividades como en personas, facilitando su proceso de adaptación en una sociedad, donde el niño logre sentir libertad de expresión y pensamiento y llegue a ser socialmente útil en su contexto, feliz y acorde a sus necesidades básicos para su desenvolvimiento en los diferentes ámbitos en que este socialice.
Dentro de esta psicología individual encontramos un trastorno asocial el cual es una patología que deriva en que las personas que la padecen pierden la noción de la importancia de las normas sociales, como son las leyes y los derechos individuales. Siendo así, una persona con trastorno de personalidad asocial puede: ser capaz de actuar jovial y encantador, ser buena para adular y manipular las emociones de otros personas, descuidar su propia seguridad y la de los demás, tener problemas de consumo de drogas, mentir, robar y pelear con frecuencia, no mostrar culpa ni remordimiento y estar a menudo enojado o ser arrogante.
Sin embargo, ante estas situaciones es donde se debe ver el accionar del maestro el cual propenda por modificar este trastorno, fortalecer con base al acompañamiento y trabajo recíproco con el niño, aquellas conductas inadecuadas que obstaculizan el crecimiento personal y social de este, realizando un estudio detallado de casos, que logren identificar las causas de dichos comportamientos de los niños, y el maestro sea un mediador para la solución de problemas emocionales y de la personalidad del infante. Y de esta manera seguimos conociendo los aportes y teorías del médico y psicoterapeuta Afred Adler.
En el encuentro pedagógico del día de hoy se dio inicio a la socialización del libro Alfred Adler. La educación de los niños, donde se llevó a cabo la primera exposición mostrándonos en ella la introducción de dicho libro teniendo presente lo siguiente:
Desde el punto de vista psicológico, el problema de la educación de los adultos se reduce al problema del auto conocimiento y del auto dirección racional, así pues la psicología individual se ha ocupado especialmente de la psicología infantil, tanto por su propio valor como por la luz que arroja sobre los rasgos y el comportamiento de los adultos.
El hecho fundamental del desenvolvimiento humano es el esfuerzo dinámico e intencionado de la psique, teniendo en cuenta que la unidad de la personalidad se encuentra implícita en la existencia de todos los seres humanos, de igual manera el sentimiento de inferioridad puede estimular a llevar a cabo hechos objetivos, pero también puede llevar a un puro ajuste psicológico que aumente el abismo entre el individuo y la realidad objetiva, también el sentimiento social es el barómetro de la normalidad infantil.
Finalmente la psicología individual se apoya sobre sólidas bases al afirmar que es “bueno” todo aquello es útil a la comunidad y sostiene que cualquier separación del standard social constituye una ofensa contra el bien y provoca un conflicto con las leyes y necesidades objetivas de la realidad. Este antagonismo como lo objetivo se hace sentir primeramente bajo un sentido de falta de valor por parte del individuo ofensor, y también se manifiesta, aun mayor fuerza, en las represalias de los demás, que se sienten ofendidos.
Este encuentro pedagógico dio pauta para comenzar la socialización del libro de Alfred Adler, “La educación de los niños”; este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista; esto quiere decir que puede que alguien considere que cualquier punto que Adler exponga no sea buena idea llevarlo a cabo; y de eso se trata, de establecer una dialéctica que nos permita buscar siempre lo mejor.
La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoísmo; una vez conseguido esto, conseguiremos que el niño tenga un comportamiento de compañerismo, tenga empatía, abrirse a futuras relaciones así como a conocer gente nueva.
También afirma que la manera en que los padres se comportan con él así como la manera en que le retransmiten esa educación es muy importante, los padres o educadores aquí tienen un papel importante, pues el niño aprende en gran parte mediante el aprendizaje vicario, esto es el aprendizaje por observación e imitación. Esto que muchas veces parece una tontería, es más importante incluso que la técnica que utilicemos para educarlos. Y de igual forma a manera general nos habló acerca del conductismo, un movimiento psicológico que aplica programas de refuerzo y castigo, y que es el método comúnmente seguido por la mayoría de padres para poder desaparecer esa conducta que el niño tiene la mala costumbre de hacer, que está mal y poder hacer que haga otra en su lugar que esté bien. Específicamente, el inicio de este libro Alfred señala la psicología individual partiendo de la idea de que el hombre es un individuo que se mueve hacia una meta determinada. Las metas son construidas subjetivamente en la época infantil, influida por el ambiente o constelación familiar, y por la aspiración del niño a compensar su sentimiento de inferioridad. La relación entre la meta y los modos de alcanzarla configuran la personalidad del sujeto; es entonces cuando hablamos de un “estilo de vida” donde el individuo busca la manera de alcanzarlas, por eso se habla de los complejos de inferioridad o superioridad durante el desarrollo y el camino que se recorre al conseguir estas metas, pues una serie de factores externos, ambientales, del contexto que influyen en la consecución de éstas y por ende en el desarrollo de la personalidad.
Además, se trató acerca de un trastorno que es el asocial, que se caracteriza por un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta. Este patrón ha sido denominado también como psicopatía, sociopatía o trastorno disocial de la personalidad; además, dado que dos de las características de este trastorno son el engaño y la manipulación, es fundamental validar la información que nos den estos sujetos con otras fuentes cercanas a ellos (familiares próximos, amigos, compañeros, etc.) Estas personas se caracterizan casi siempre por carecer de empatía así como por mostrar un carácter arrogante y engreído o cometer actos delictivos, de delincuencia o agresivos; conocer todas estas características nos permiten identificar qué niños pueden padecer este trastorno lo que nos facilita tener conocimiento acerca de lo que debemos trabajar a más profundidad y poder lograr que el niño tenga un buen desarrollo de la personalidad.
PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD: EL ESPACIO HUMANISTICO DEL DESARROLLO, ANALISIS, IDENTIFICACION Y RECONOCIMIENTO DE NUESTRA ESENCIA Y TEMPERAMENTO: LLEVALA SIEMPRE EN TU MENTE.
PERSONALIDAD: Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra: personalidad alegre. Conjunto de características o cualidades originales que destacan en algunas personas: orador con personalidad y carisma.
"Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte" Ramón Gómez De La Serna
En nuestra última clase de psicologia de la personalidad, terminamos todas las socializaciones de los capitulos del libro de Alfred Adler "La educación en los niños" en la cual, hablamos sobre los distintos comportamientos que puede adoptar, las razones o situaciones por las cuales se genera y como podemos actuar ante ello. En este libro, Este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista. La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoismo.
Además, afirma que la manera en que los padres se comportan con él así como la manera en que le retransmiten esa educación es muy importante, los padres o educadores aquí tienen un papel importante, pues el niño aprende en gran parte mediante el aprendizaje vicario, esto es el aprendizaje por observación e imitación. Esto que muchas veces parece una tonteria, es más importante incluso que la técnica que utilicemos para educarlos.
Entre sus ideas, se destaca: -Habla de los sentimientos de inferioridad reales o imaginarios, de la agresión y el poder para superar estos sentimientos. Encontramos en él un pensamiento bastante machista pues asocia la agresión y el poder al hombre y la inferioridad a la mujer. Una vez descubierto esto, modifica la teoria anterior, y dice hay una debilidad pero no hacia los órganos, sino hacia los sentimientos de inferioridad. El poder y la agresión es aquello que nos impulsa a superar el sentimiento de inferioridad.
-El comportamiento humano estaba influido por la biologia como el ambiente: Adler afirmaba que nuestra conducta no era determinista, sino que, aunque influia la biologia, habia conductas y características que solo las mostramos en un determinado ambiente, en una determinada situación, por lo que nuestro comportamiento siempre tiene la causa en dos factores: la biologia y el ambiente.
Por último, pienso que fue de gran ayuda estudiar la psicologia de la personalidad, en un trabajo conjunto con la maestra, y que fue muy significativa la lectura del libro de Adler, para poder reconocer y hallar soluciones a los diferentes comportamientos de los niños. GINA VALERIA PARRA PABON.
En este último encuentro pedagógico se llevó a cabo la socialización total del libro LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS donde se manejó la explicación concisa de cada capítulo y a su vez anexándole diversos trastornos de la personalidad, así pues se puede decir que Alfred Adler en sus teorías se definen y estudian los complejos de inferioridad y superioridad como ejes de su corriente.
El complejo de inferioridad considera la percepción de desarraigo que un individuo obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas, sufrimientos, rechazos, etcétera.
Con más detalle puede describirse al complejo de inferioridad, en la ciencia de la psicología y el psicoanálisis, como el sentimiento en el cual, de un modo u otro, una persona se siente de menor valor que los demás, lo cual, normalmente, sucede en forma inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobre compensarlo. Pero esto último, a su vez, plantea una alternativa. Porque la necesidad de sobrecompensación puede resultar o bien en exitosos logros o bien en comportamiento esquizotípico severo. Así, un sentimiento normal de inferioridad puede actuar como motivación para alcanzar objetivos, mientras que un complejo es un estado avanzado de desánimo y evasión de las dificultades.
Respecto del complejo de superioridad, Adler considera que es un mecanismo inconsciente, neurológico, en el cual el individuo trata de compensar sus sentimientos de inferioridad, resaltando aquellas cualidades en las que sobresale.
En términos más técnicos, para Adler, el complejo de superioridad es la consecuencia del proceso de transferencia que busca esconder la inferioridad percibida, con la pretensión de ser superior a los demás, en algún aspecto vital. La percepción de superioridad es la consecuente reacción a un sentimiento de inferioridad no expresado externamente, maximizando hacia el exterior aquellos aspectos en que, por transferencia de objetos, o por observación diferencial, consideramos destacar del comportamiento colectivo aparente. Es una maximalización subjetiva del hecho sincrónico que nos lleva a buscar aquello que los demás consideran insólito, en nosotros mismos.
Pero, básicamente, el complejo de superioridad se manifiesta como una afectación de la personalidad que conduce a la adopción de posturas prepotentes o arrogantes en el trato con los demás.
El síndrome de superioridad es una consecuencia de un previo complejo de inferioridad mal resuelto. Quien no siente la "inferioridad", no precisa exhibir su "superioridad"; por otra parte, quien es claramente superior, es así percibido por los demás, sin requerir una manifestación mayor.
De todas maneras es importante advertir que un individuo, aunque exhiba comportamientos autoritarios y arrogantes, o desarrolle actitudes de prepotencia, no necesariamente se hallará en un auténtico "complejo de superioridad", si no es consecuencia de una percepción previa de ser inferior en algo. Y esto, por cierto, dicho al margen de lo disvalioso que pudieren resultar sus actitudes en la convivencia social. La motivación del individuo debe quedar esclarecida mediante el diagnóstico, a fin de evitar errores de terapia.
Finalmente Los complejos de superioridad e inferioridad son a menudo presentados ambos por las mismas personas, y se manifiestan de maneras diferentes. Sin embargo, los dos complejos pueden existir el uno sin el otro.
En este ultimo encuentro de psicología, realizamos todas las socializaciones sobre el libro de Alfred Adler, trabajamos lo que son los complejos como el de inferioridad y superioridad entre otros.
Alfred Adler considera que el complejo de inferioridad es una percepción de desarraigo que un individuo obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas, sufrimientos, rechazos, etcétera.
También puede surgir cuando se vive en un ambiente familiar destructivo donde el rechazo hacia los hijos queda patente, donde se castiga y regaña injustamente y donde en vez de valorar se ridiculiza y se humilla. Esto hace que estos niños crezcan como personas que no se aceptan a sí mismas y se infravaloran. Además de los complejos, el ambiente influye mucho en otros aspectos como la parte sexual del niño, su posición en el hogar y aunque no lo creamos, también influyen en las enfermedades que los pequeños puedan padecer y que a su vez definen y hacen gran eco en la personalidad de los pequeños.
Este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista; esto quiere decir que puede que álguien considere que cualquier punto que Adler exponga no sea buena idea llevarlo a cabo; lo digo porque me he encontrado gente que tiene ideas contrarias a él. Aún así es mejor conocer un poquito de cada cosa, así que aquí os dejo resumidos algunas ideas que se exponen en este libro, siempre, escrito según las ideas de Adler: La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoismo. Una vez conseguido esto, conseguiremos que nuestro hijo tenga un comportamiento de compañerismo, tenga empatía, abrirse a futuras relaciones así como a conocer gente nueva.
También afirma que la manera en que los padres se comportan con él así como la manera en que le retransmiten esa educación es muy importante, los padres o educadores aquí tienen un papel importante, pues el niño aprende en gran parte mediante el aprendizaje vicario, esto es el aprendizaje por observación e imitación. Esto que muchas veces parece una tonteria, es más importante incluso que la técnica que utilicemos para educarlos.
Personalmente me gustó mucho este libro, aunque no es uno de los autores más leidos pues suele utilizar vocabulario técnico, recomendaria leerlo, sobre todo a aquellos que estén pensando en tener un hijo pero no se atrevan porque no se vean capaces aún de poder afrontar lo que supone. Es un libro que puede ayudar mucho en estos casos, o cuando ya se disfruta del deseado hijo. También sirve para nosotras, maestras en formación. En él se exponen trucos de cómo educar a los niños, muchos de ellos ya se conocen comunmente pero pasan desapercibidos…son solo ideas que podemos utilizar en la educación de los más pequeños.
Su personalidad es todo brillo y arista: Firmeza y luz, como cristal de roca, breves palabras que sintetizan su definición perfecta.
En nuestra última clase de psicologia de la personalidad, terminamos todas las socializaciones de los capitulos del libro de Alfred Adler "La educación en los niños" en la cual, hablamos sobre los distintos comportamientos que puede adoptar, las razones o situaciones por las cuales se genera y como podemos actuar ante ello. En este libro, Este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista. La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoismo.
En términos más técnicos, para Adler, el complejo de superioridad es la consecuencia del proceso de transferencia que busca esconder la inferioridad percibida, con la pretensión de ser superior a los demás, en algún aspecto vital. La percepción de superioridad es la consecuente reacción a un sentimiento de inferioridad no expresado externamente, maximizando hacia el exterior aquellos aspectos en que, por transferencia de objetos, o por observación diferencial, consideramos destacar del comportamiento colectivo aparente. Es una maximalización subjetiva del hecho sincrónico que nos lleva a buscar aquello que los demás consideran insólito, en nosotros mismos.
Personalmente me gustó mucho este libro, aunque no es uno de los autores más leidos pues suele utilizar vocabulario técnico, recomendaria leerlo, sobre todo a aquellos que estén pensando en tener un hijo pero no se atrevan porque no se vean capaces aún de poder afrontar lo que supone. Es un libro que puede ayudar mucho en estos casos, o cuando ya se disfruta del deseado hijo. También sirve para nosotras, maestras en formación. En él se exponen trucos de cómo educar a los niños, muchos de ellos ya se conocen comunmente pero pasan desapercibidos…son solo ideas que podemos utilizar en la educación de los más pequeños.
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ResponderEliminarEste encuentro de psicología fue muy agradable, puesto que iniciamos con las exposiciones del libro –muy interesante- de Alfred Adler titulado “La educación de los niños”, el primer grupo nos habló de la introducción, de una vista global de la psicología individual.
ResponderEliminarSe dice que el problema de la educación radica desde el punto de vista personal, del autoconocimiento y autodirección personal. La psicología individual se ha ocupado especialmente en la psicología infantil, de la personalidad y estudia su esfuerzo dinámico por alcanzar su desarrollo y expresión.
El niño desde su mas temprana edad, se encuentra comprometido en un constante esfuerzo para desarrollarse y este esfuerzo va dirigido a una meta que si bien ha sido formada inconscientemente, no le abandona nunca se trata de una visión de grandeza, perfección y superioridad. La unidad de la personalidad se encuentra implícita en la existencia de todos los seres humanos y junto con ella la modalidad individual.
La psicología individual ha desarrollado su técnica pedagógica basándose en el principio del sentimiento social, ni los padres ni los guardianes deben permitir que el niño elija afectuosamente solo a una persona, pues si esto ocurre se encontrara preparado mal o insuficientemente para su vida interior.Como está basada en el principio del sentimiento social, encontramos a su vez un trastorno: EL TRASTORNO ASOCIAL O ANTISOCIAL que es considerado como una entidad psicopatológica englobada dentro del grupo B de los trastornos de la personalidad. En los inicios de los estudios de este trastorno Pritchard empleó el término «locura moral» para individuos con una conducta inmoral repetida del que no eran completamente responsables (Pritchard 1835).La definición establecida por Hervey Cleckley en 1941 de «psicópata» fue la más influyente en la descripción de la personalidad antisocial, pero actualmente las definiciones consisten tanto en un trastorno de conducta cuyo patrón se estableció en la infancia (por ejemplo, detenciones, hacer novillos, y robos) como en un grupo de conductas socialmente nocivas que se daban en la edad adulta (básicamente conductuales).
Así, aprendiendo hoy sobre este trastorno, vamos conociendo los interesantes aportes de Alfred Adler por medio de su libro y de la socialización de nuestras compañeras.
LORENA RAMÓN
III SEMESTRE
REFLEXIÓN PEDAGÓGICA
ResponderEliminarEn el encuentro pedagógico de la clase de hoy dimos inicio a las exposiciones del libro de Alfred Adler con el primer capítulo titulado “la educación de los niños” se retoma la importancia que tiene la psicología individual que se ha ocupado especialmente en la psicología infantil, de la personalidad y estudia su esfuerzo dinámico por alcanzar su desarrollo y expresión.
Por tanto es importante dar a claridad que en todos y cada uno de los niños representan además de una unidad de personalidad una modalidad individual de la misma, lo que les permite desarrollarse y expresar sus emociones y sentimientos de una manera abierta, aunque no en todos los casos, debido a que el contexto del niño tenga altibajos que no le permitan el desarrollo próximo y pleno en su personalidad. Y como lo dice Alfred Adler cada quien es el artista de su personalidad, dibuja y crea todo aquello que quiere formar en sí mismo, para hacerlo realidad y así sentirse realizado como persona.
Por otra parte, es relevante mencionar que la psicología individual ha desarrollado una técnica pedagógica constituida en el principio del sentimiento social, ni los padres deben permitir que el niño elija afectuosamente solo a una persona, debido a que el niño se puede mostrar mal preparado o insuficientemente para su vida personal, por eso es necesario permitirle al niño que cree lazos afectivos según sus gustos e intereses, tanto en actividades como en personas, facilitando su proceso de adaptación en una sociedad, donde el niño logre sentir libertad de expresión y pensamiento y llegue a ser socialmente útil en su contexto, feliz y acorde a sus necesidades básicos para su desenvolvimiento en los diferentes ámbitos en que este socialice.
Dentro de esta psicología individual encontramos un trastorno asocial el cual es una patología que deriva en que las personas que la padecen pierden la noción de la importancia de las normas sociales, como son las leyes y los derechos individuales. Siendo así, una persona con trastorno de personalidad asocial puede: ser capaz de actuar jovial y encantador, ser buena para adular y manipular las emociones de otros personas, descuidar su propia seguridad y la de los demás, tener problemas de consumo de drogas, mentir, robar y pelear con frecuencia, no mostrar culpa ni remordimiento y estar a menudo enojado o ser arrogante.
Sin embargo, ante estas situaciones es donde se debe ver el accionar del maestro el cual propenda por modificar este trastorno, fortalecer con base al acompañamiento y trabajo recíproco con el niño, aquellas conductas inadecuadas que obstaculizan el crecimiento personal y social de este, realizando un estudio detallado de casos, que logren identificar las causas de dichos comportamientos de los niños, y el maestro sea un mediador para la solución de problemas emocionales y de la personalidad del infante. Y de esta manera seguimos conociendo los aportes y teorías del médico y psicoterapeuta Afred Adler.
Jennifer Tatiana Carrillo Carvajal
REFLEXIÓN PEDAGÓGICA
ResponderEliminarALFRED ADLER.
LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS.
En el encuentro pedagógico del día de hoy se dio inicio a la socialización del libro Alfred Adler. La educación de los niños, donde se llevó a cabo la primera exposición mostrándonos en ella la introducción de dicho libro teniendo presente lo siguiente:
Desde el punto de vista psicológico, el problema de la educación de los adultos se reduce al problema del auto conocimiento y del auto dirección racional, así pues la psicología individual se ha ocupado especialmente de la psicología infantil, tanto por su propio valor como por la luz que arroja sobre los rasgos y el comportamiento de los adultos.
El hecho fundamental del desenvolvimiento humano es el esfuerzo dinámico e intencionado de la psique, teniendo en cuenta que la unidad de la personalidad se encuentra implícita en la existencia de todos los seres humanos, de igual manera el sentimiento de inferioridad puede estimular a llevar a cabo hechos objetivos, pero también puede llevar a un puro ajuste psicológico que aumente el abismo entre el individuo y la realidad objetiva, también el sentimiento social es el barómetro de la normalidad infantil.
Finalmente la psicología individual se apoya sobre sólidas bases al afirmar que es “bueno” todo aquello es útil a la comunidad y sostiene que cualquier separación del standard social constituye una ofensa contra el bien y provoca un conflicto con las leyes y necesidades objetivas de la realidad. Este antagonismo como lo objetivo se hace sentir primeramente bajo un sentido de falta de valor por parte del individuo ofensor, y también se manifiesta, aun mayor fuerza, en las represalias de los demás, que se sienten ofendidos.
Maria Fernanda Diaz Jimenez
REFLEXIÓN PEDAGÓGICA
ResponderEliminarEste encuentro pedagógico dio pauta para comenzar la socialización del libro de Alfred Adler, “La educación de los niños”; este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista; esto quiere decir que puede que alguien considere que cualquier punto que Adler exponga no sea buena idea llevarlo a cabo; y de eso se trata, de establecer una dialéctica que nos permita buscar siempre lo mejor.
La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoísmo; una vez conseguido esto, conseguiremos que el niño tenga un comportamiento de compañerismo, tenga empatía, abrirse a futuras relaciones así como a conocer gente nueva.
También afirma que la manera en que los padres se comportan con él así como la manera en que le retransmiten esa educación es muy importante, los padres o educadores aquí tienen un papel importante, pues el niño aprende en gran parte mediante el aprendizaje vicario, esto es el aprendizaje por observación e imitación. Esto que muchas veces parece una tontería, es más importante incluso que la técnica que utilicemos para educarlos. Y de igual forma a manera general nos habló acerca del conductismo, un movimiento psicológico que aplica programas de refuerzo y castigo, y que es el método comúnmente seguido por la mayoría de padres para poder desaparecer esa conducta que el niño tiene la mala costumbre de hacer, que está mal y poder hacer que haga otra en su lugar que esté bien. Específicamente, el inicio de este libro Alfred señala la psicología individual partiendo de la idea de que el hombre es un individuo que se mueve hacia una meta determinada. Las metas son construidas subjetivamente en la época infantil, influida por el ambiente o constelación familiar, y por la aspiración del niño a compensar su sentimiento de inferioridad. La relación entre la meta y los modos de alcanzarla configuran la personalidad del sujeto; es entonces cuando hablamos de un “estilo de vida” donde el individuo busca la manera de alcanzarlas, por eso se habla de los complejos de inferioridad o superioridad durante el desarrollo y el camino que se recorre al conseguir estas metas, pues una serie de factores externos, ambientales, del contexto que influyen en la consecución de éstas y por ende en el desarrollo de la personalidad.
Además, se trató acerca de un trastorno que es el asocial, que se caracteriza por un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta. Este patrón ha sido denominado también como psicopatía, sociopatía o trastorno disocial de la personalidad; además, dado que dos de las características de este trastorno son el engaño y la manipulación, es fundamental validar la información que nos den estos sujetos con otras fuentes cercanas a ellos (familiares próximos, amigos, compañeros, etc.) Estas personas se caracterizan casi siempre por carecer de empatía así como por mostrar un carácter arrogante y engreído o cometer actos delictivos, de delincuencia o agresivos; conocer todas estas características nos permiten identificar qué niños pueden padecer este trastorno lo que nos facilita tener conocimiento acerca de lo que debemos trabajar a más profundidad y poder lograr que el niño tenga un buen desarrollo de la personalidad.
JULIANA ANDREA VILLAMIZAR CARREÑO
PSICOLOGIA DE LA PERSONALIDAD: EL ESPACIO HUMANISTICO DEL DESARROLLO, ANALISIS, IDENTIFICACION Y RECONOCIMIENTO DE NUESTRA ESENCIA Y TEMPERAMENTO: LLEVALA SIEMPRE EN TU MENTE.
ResponderEliminarPERSONALIDAD:
Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra: personalidad alegre. Conjunto de características o cualidades originales que destacan en algunas personas: orador con personalidad y carisma.
"Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte"
Ramón Gómez De La Serna
En nuestra última clase de psicologia de la personalidad, terminamos todas las socializaciones de los capitulos del libro de Alfred Adler "La educación en los niños" en la cual, hablamos sobre los distintos comportamientos que puede adoptar, las razones o situaciones por las cuales se genera y como podemos actuar ante ello. En este libro, Este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista. La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoismo.
Además, afirma que la manera en que los padres se comportan con él así como la manera en que le retransmiten esa educación es muy importante, los padres o educadores aquí tienen un papel importante, pues el niño aprende en gran parte mediante el aprendizaje vicario, esto es el aprendizaje por observación e imitación. Esto que muchas veces parece una tonteria, es más importante incluso que la técnica que utilicemos para educarlos.
Entre sus ideas, se destaca:
-Habla de los sentimientos de inferioridad reales o imaginarios, de la agresión y el poder para superar estos sentimientos. Encontramos en él un pensamiento bastante machista pues asocia la agresión y el poder al hombre y la inferioridad a la mujer. Una vez descubierto esto, modifica la teoria anterior, y dice hay una debilidad pero no hacia los órganos, sino hacia los sentimientos de inferioridad. El poder y la agresión es aquello que nos impulsa a superar el sentimiento de inferioridad.
-El comportamiento humano estaba influido por la biologia como el ambiente: Adler afirmaba que nuestra conducta no era determinista, sino que, aunque influia la biologia, habia conductas y características que solo las mostramos en un determinado ambiente, en una determinada situación, por lo que nuestro comportamiento siempre tiene la causa en dos factores: la biologia y el ambiente.
Continuación....
ResponderEliminarPor último, pienso que fue de gran ayuda estudiar la psicologia de la personalidad, en un trabajo conjunto con la maestra, y que fue muy significativa la lectura del libro de Adler, para poder reconocer y hallar soluciones a los diferentes comportamientos de los niños.
GINA VALERIA PARRA PABON.
REFLEXION PEDAGOGICA
ResponderEliminarALFRED ADLER
LIBRO: EDUCACION DE LOS NIÑOS
En este último encuentro pedagógico se llevó a cabo la socialización total del libro LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS donde se manejó la explicación concisa de cada capítulo y a su vez anexándole diversos trastornos de la personalidad, así pues se puede decir que Alfred Adler en sus teorías se definen y estudian los complejos de inferioridad y superioridad como ejes de su corriente.
El complejo de inferioridad considera la percepción de desarraigo que un individuo obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas, sufrimientos, rechazos, etcétera.
Con más detalle puede describirse al complejo de inferioridad, en la ciencia de la psicología y el psicoanálisis, como el sentimiento en el cual, de un modo u otro, una persona se siente de menor valor que los demás, lo cual, normalmente, sucede en forma inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobre compensarlo. Pero esto último, a su vez, plantea una alternativa. Porque la necesidad de sobrecompensación puede resultar o bien en exitosos logros o bien en comportamiento esquizotípico severo. Así, un sentimiento normal de inferioridad puede actuar como motivación para alcanzar objetivos, mientras que un complejo es un estado avanzado de desánimo y evasión de las dificultades.
Respecto del complejo de superioridad, Adler considera que es un mecanismo inconsciente, neurológico, en el cual el individuo trata de compensar sus sentimientos de inferioridad, resaltando aquellas cualidades en las que sobresale.
En términos más técnicos, para Adler, el complejo de superioridad es la consecuencia del proceso de transferencia que busca esconder la inferioridad percibida, con la pretensión de ser superior a los demás, en algún aspecto vital. La percepción de superioridad es la consecuente reacción a un sentimiento de inferioridad no expresado externamente, maximizando hacia el exterior aquellos aspectos en que, por transferencia de objetos, o por observación diferencial, consideramos destacar del comportamiento colectivo aparente. Es una maximalización subjetiva del hecho sincrónico que nos lleva a buscar aquello que los demás consideran insólito, en nosotros mismos.
Pero, básicamente, el complejo de superioridad se manifiesta como una afectación de la personalidad que conduce a la adopción de posturas prepotentes o arrogantes en el trato con los demás.
El síndrome de superioridad es una consecuencia de un previo complejo de inferioridad mal resuelto. Quien no siente la "inferioridad", no precisa exhibir su "superioridad"; por otra parte, quien es claramente superior, es así percibido por los demás, sin requerir una manifestación mayor.
De todas maneras es importante advertir que un individuo, aunque exhiba comportamientos autoritarios y arrogantes, o desarrolle actitudes de prepotencia, no necesariamente se hallará en un auténtico "complejo de superioridad", si no es consecuencia de una percepción previa de ser inferior en algo. Y esto, por cierto, dicho al margen de lo disvalioso que pudieren resultar sus actitudes en la convivencia social. La motivación del individuo debe quedar esclarecida mediante el diagnóstico, a fin de evitar errores de terapia.
Finalmente Los complejos de superioridad e inferioridad son a menudo presentados ambos por las mismas personas, y se manifiestan de maneras diferentes. Sin embargo, los dos complejos pueden existir el uno sin el otro.
Maria Fernanda Diaz Jimenez
En este ultimo encuentro de psicología, realizamos todas las socializaciones sobre el libro de Alfred Adler, trabajamos lo que son los complejos como el de inferioridad y superioridad entre otros.
ResponderEliminarAlfred Adler considera que el complejo de inferioridad es una percepción de desarraigo que un individuo obtiene a causa de haber padecido una infancia mala, plena de burlas, sufrimientos, rechazos, etcétera.
También puede surgir cuando se vive en un ambiente familiar destructivo donde el rechazo hacia los hijos queda patente, donde se castiga y regaña injustamente y donde en vez de valorar se ridiculiza y se humilla. Esto hace que estos niños crezcan como personas que no se aceptan a sí mismas y se infravaloran.
Además de los complejos, el ambiente influye mucho en otros aspectos como la parte sexual del niño, su posición en el hogar y aunque no lo creamos, también influyen en las enfermedades que los pequeños puedan padecer y que a su vez definen y hacen gran eco en la personalidad de los pequeños.
Este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista; esto quiere decir que puede que álguien considere que cualquier punto que Adler exponga no sea buena idea llevarlo a cabo; lo digo porque me he encontrado gente que tiene ideas contrarias a él. Aún así es mejor conocer un poquito de cada cosa, así que aquí os dejo resumidos algunas ideas que se exponen en este libro, siempre, escrito según las ideas de Adler:
La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoismo.
Una vez conseguido esto, conseguiremos que nuestro hijo tenga un comportamiento de compañerismo, tenga empatía, abrirse a futuras relaciones así como a conocer gente nueva.
También afirma que la manera en que los padres se comportan con él así como la manera en que le retransmiten esa educación es muy importante, los padres o educadores aquí tienen un papel importante, pues el niño aprende en gran parte mediante el aprendizaje vicario, esto es el aprendizaje por observación e imitación. Esto que muchas veces parece una tonteria, es más importante incluso que la técnica que utilicemos para educarlos.
Personalmente me gustó mucho este libro, aunque no es uno de los autores más leidos pues suele utilizar vocabulario técnico, recomendaria leerlo, sobre todo a aquellos que estén pensando en tener un hijo pero no se atrevan porque no se vean capaces aún de poder afrontar lo que supone. Es un libro que puede ayudar mucho en estos casos, o cuando ya se disfruta del deseado hijo. También sirve para nosotras, maestras en formación. En él se exponen trucos de cómo educar a los niños, muchos de ellos ya se conocen comunmente pero pasan desapercibidos…son solo ideas que podemos utilizar en la educación de los más pequeños.
Liceth Lorena Ramón Parada
3 Semestre
REFELEXION DEL ENCUENTRO 3 DE MAYO DEL 2013
ResponderEliminarSu personalidad es todo brillo y arista: Firmeza y luz, como cristal de roca, breves palabras que sintetizan su definición perfecta.
En nuestra última clase de psicologia de la personalidad, terminamos todas las socializaciones de los capitulos del libro de Alfred Adler "La educación en los niños" en la cual, hablamos sobre los distintos comportamientos que puede adoptar, las razones o situaciones por las cuales se genera y como podemos actuar ante ello. En este libro, Este libro va dirigido especialmente a los padres o a aquellas parejas que estén pensando en aumentar la familia pero tienen miedo a enfrentarse a la educación de su futuro hijo. En él, Adler expone técnicas para poder afrontar su educación como unos buenos padres, siempre desde su punto de vista. La idea fundamental que Adler posee de la educación es que se debe educar desde el punto de vista de la cooperación, y este es el eje central de todo el libro. Hay que enseñar a nuestro hijo a no aislarse, sino a ofrecer a la sociedad todo lo que esté en su mano, como él dice, debemos de inculcarle al niño el "sentimiento comunitario" que más tarde le ofrecerá la capacidad de compartir sus bienes con la sociedad y evitar así el egoismo.
En términos más técnicos, para Adler, el complejo de superioridad es la consecuencia del proceso de transferencia que busca esconder la inferioridad percibida, con la pretensión de ser superior a los demás, en algún aspecto vital. La percepción de superioridad es la consecuente reacción a un sentimiento de inferioridad no expresado externamente, maximizando hacia el exterior aquellos aspectos en que, por transferencia de objetos, o por observación diferencial, consideramos destacar del comportamiento colectivo aparente. Es una maximalización subjetiva del hecho sincrónico que nos lleva a buscar aquello que los demás consideran insólito, en nosotros mismos.
Personalmente me gustó mucho este libro, aunque no es uno de los autores más leidos pues suele utilizar vocabulario técnico, recomendaria leerlo, sobre todo a aquellos que estén pensando en tener un hijo pero no se atrevan porque no se vean capaces aún de poder afrontar lo que supone. Es un libro que puede ayudar mucho en estos casos, o cuando ya se disfruta del deseado hijo. También sirve para nosotras, maestras en formación. En él se exponen trucos de cómo educar a los niños, muchos de ellos ya se conocen comunmente pero pasan desapercibidos…son solo ideas que podemos utilizar en la educación de los más pequeños.